¿Por qué es necesaria la compactación del suelo?
Durante la construcción de una estructura, el suelo natural es movido por operaciones de desmonte, excavación o aplanado. En el transcurso de estos trabajos el aire penetra en la masa del suelo, aumentando el volumen del mismo con la consecuente reducción del peso por unidad cúbica (densidad). El suelo no sólo deberá ser colocado en capas horizontales sino que, también deberá ser compactado mecánicamente.
Repobla considera que es imprescindible realizar este proceso de compactado del suelo al inicio de las obras, puesto que se dan las siguientes ventajas:
Mayor capacidad de carga
Las inclusiones de agua y aire en el suelo conducen a un debilitamiento del mismo y disminuyen su capacidad para soportar cargas; es como poner un pie en fango o arena. Con la compactación del suelo se aumenta la densidad del mismo, con la consecuente disminución del porcentaje de espacios porosos. De esta forma, se obtiene una mejor distribución de fuerzas dentro de la estructura de los granos y un incremento de la resistencia al corte y de la capacidad de carga del suelo.
Mayor Estabilidad
Un edificio construido sobre un terreno mal compactado puede comenzar a hundirse, no necesariamente de manera uniforme, lo que podría provocar fracturas y derrumbes.
Reducción permeabilidad
Con un terreno bien compactado, las soluciones de drenaje son más controlables:
- Disminuye el escurrimiento de líquidos y el esponjado del terreno.
- Evita los daños de una helada.
Se emplean cuatro métodos principales de compactación:
- Compactación estática por presión. Se logra utilizando una máquina pesada que comprime las partículas del suelo (rodillo liso).
- Compactación por impacto. La compactación es producida por una placa apisonadora con golpes y se separa del suelo a alta velocidad (apisonador).
- Compactación por vibración. Se consigue aplicando al suelo vibraciones de alta frecuencia (rodillos vibratorios)
- Compactación por amasado. Se somete al suelo a altas presiones distribuidas en áreas más pequeñas que los rodillos lisos (rodillo “pata de cabra”).
Dependiendo de la superficie a tratar, elegiremos un método u otro: los suelos granulares se compactan mejor por vibración, en cambio, los suelos cohesivos lo hacen con los métodos de amasado e impacto.
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